“Para
el desencuentro…”
Todo fue una
confabulación
inexacta
nada fue
otorgado a la deriva.
Rocé la
locura con mis dedos
y advertí el
precipicio
de tu camino,
ese camino
que hoy he visto
cruzar en
paralelo
ese camino de
acordes cotidianos
de cuadrícula
infinita
de
programación robótica.
Claro, ella
es el péndulo
de tu reloj,
tu aire.
Yo tan sólo
crucé el camino
como ave de
paso
mordí las
nubes
me desorienté
con los árboles
resolví unas
piedras…
Hoy,
pronuncio mi cuerpo
con voz de
libertad.
“Hoy
te saludo brutalmente con un golpe de tos o una patada.” Carilda
Oliver Labra
No sé cómo
ubicarte
en estos días
nuevos
cómo
renombrarte
sin lanzarte
al olvido
no sé si
organizarte en algún capítulo
más el final
o sólo un
final.
El calendario
está en huelga
he enfermado
de ti
y todo es
gris,
un laberinto.
Quisiera
hallar la ecuación
para tenerte
sin embargo
he de comprar
betadine para
curarme de ti
reunir todos
los relojes
todos los
silencios…
Esto sólo
tiene olor
a pasatiempo
a sudoku
y si es así,
yo me exilio
ya he
amamantado
el dolor de
tus palabras
en mi pecho
por eso, en
este nuevo día
quiero
aniquilarte
amasacrarte,
estrellarte…
quiero
reproducir
en esta tarde
todas las
campanas.
Luna de abril
en mi regazo
y en la
almohada
todas las
dudas
todas las
lágrimas.
Uno cae al
agua
como un susto
espiral
y dibuja
peces de tiza
para el
recuerdo.
Tienen que
ser estos zapatos de nieve
o el susurro
verde del árbol
que descifra
mi cuerpo
en filamentos
de luz.
Tiene que ser
este encuentro
un baño de
azúcar
que disuelva
el dolor
de no
tenerte.
Ya aprendí a
remendar
las heridas
pero no tengo
hilo
y seguro
que esta luna
de abril
es un beso
sin nombre
y caeré al
agua
y dibujaré
peces de tiza
y calzaré
zapatos de nieve
y abrazaré
el susurro verde del árbol
y seré una
luz abierta
que deja
lunas de té en la taza
y duerme
sola.
Poemas del poemario inédito “Amor
sin levadura”- Aída Acosta
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